Cuando te asuste la oscuridad,
recuestaste sobre mi hombro que acariciaré tu cabello
sintiéndolo entre mis dedos como una suave brisa
de verano.
Si no te entusiasma la soledad, acuerdate de mi ,
en esos momentos estaré a tu lado en cuerpo presente;
hasta donde me lo pidas iré, pero no me abandones.
No me dejes de pensar, no te detengas al extrañarme y desearme,
que cada que lo haces me siento querida, como la primera de una última vez,
en un círculo que recorriera mis huesos hasta todo mi ser.
En realidad lo que te pido es que tengas en cuenta
que un porcentaje pequeño en el universo entero esta pensando en tí,
esperándote, ansiando, deseándote...