Sonido


Desperté bajo lo húmedo de tu espiración
y me ahogue con lo profundo de tus caricias.

Escuchaba una sesión de sonidos litigantes
que me marcaban la existencia y la razón.

Seguía escuchando los sonidos aquellos
vagando por mi memoria despertando la realidad,
me senté a mirarte y abriste lo ojos
tan grandes que me comiste con tu mirada.

Pasaban los minutos y no pude salir
de tu interior, menos te pude sacar del mio;
pasaban las horas y seguia escuchando aquello.