Día 1-serpientes-

Habla en vez de callar. Calla mejor no tienes nada bueno que decir. Escucha con atención. No imagines. Solamente escucha y siente el momento preciso. El tiempo del viento que pasa, el movimiento de los árboles, las nubes recorren su camino. Escucha y calla, no hables para herir, no hables para matar, cada serpiente que sale de mi boca va directamente a la yugular, se postra suavemente sobre tu hombro, recorre lentamente tu cuello, lo aprieta cada vez más fuerte. Y muerde. Y duele. Y desangra.

Cada que algo sale de mi boca me recuerda esa escena. Esencialmente debería quedarme callada y dedicarme a amar. Nada más.

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