Día 2 -me doy cuenta de la soledad-

En realidad traté de llevar mi mente al limbo. No funcionó. Despierto con esa insatisfacción característica de mi propia esencia. Lamento lo que pasó ayer y me dedico a iniciar de nuevo. No funcionó otra vez. Transcurren las horas y sigo persiguiendo esa sombra dañina. Transcurre el tiempo y sigo esperando la palabra adecuada, la palabra de aliento, la sonrisa, el abrazo, la mirada, la caricia. Y nada de eso pasa. Recibo los golpes de la indiferencia, golpes de ignorancia, golpes de desprecio, golpes de infidelidad. Que más da, al final de cuentas, las cláusulas del contrato quedaron marcadas desde un inicio sobre el viento, después sobre papel para dejar huella.

No comprendo sí eso sea un rechazo, sí eso sea un "sólo un tiempo", si eso sea un "yo no te quiero". Pero permanezco aún ahí, ¿por qué?, No lo sé todavía. Quizá estoy esperando algo, quizá tengo la ilusión, quizá me quede un poco de esperanza, sólo quizá tal vez en algún remoto momento y una vaga idea me pueda ser fiel y leal. No lo sé, no se por qué escribo esto, no se por qué intento divulgar debajo de todas las cosas que me siento impotente, me siento infeliz, me siento deshonesta conmigo, no he sido honrada para decir. "Esto duele, ya basta". Por que tengo miedo, ese miedo que habita dentro de mi, ese miedo a la soledad.

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